jueves, 9 de septiembre de 2010

Oda a tu Rodete

es una cosa que me encanta.
sencillamente encantador ver cómo hacés
mechas y mechas
y las asegurás, como corresponde para hacer las cosas bien,
con un broche o algo así.
con esos deditos que a tientas comprueban
si está todo bien, si quedó como
corresponde
entre tanto pelo, entre esa
sábana
capilar.

lo que más gracia me da
(pero no de risa: gracia de
agraciada)
es que no dura ni cinco minutos
porque tus deditos otra vez buscan
desarmar esa obra de arte
(efímera)
esta vez decididos
porque siempre destruir es más fácil
pero dentro de quince
vas a volver a repetir la búsqueda temerosa
la recolección
recopilación
de todo ese pelo
petrolífero, pesado,
y vuelve a nacer tu rodete.