viernes, 22 de enero de 2010

Jack White no se conforma con trece años de The White Stripes, la tetona de Meg, ni con la válvula de escape The Raconteurs. Quiere seguir haciendo más rock, otro, si eso es posible.
Y el año pasado largó otra banda más, The Dead Wheather, con él sentado tras los parches, una cantante y el guitarrista de Queens of the Stone Age, además del bajista de los Raconteurs.
Más rock, y más bluseado y setentista esta vez, de la mano de Jack, la máquina de parir bandas de rock. Menudo y horrible sobrenombre.

domingo, 10 de enero de 2010

Música para ver, Vol. 2: la Venganza

No me olvidé de esta sección cuyo primer fascículo se encuentra acá y que tenía predominancia techno. Bueno, ahora esta segunda parte se dedica al rocanrolnenenen, tratando de poner videos que no roten mucho por los pocos canales de música que hay en el cable y que considero que no pueden dejar de conocer. Van los tres:

Do the evolution, de Pearl Jam


El autor de este videazo es Milo Manara, quien hiciera la serie esa de Axe que pasaban en FX, un experto en cómic erótico y que acá volcó en papel y lápiz todo lo que Eddie Vedder y sus amigos quisieron expresar a los gritos en un temazo.


Fell in love with a girl, The White Stripes


Cover de un tema tradicional del soul que el dúo detroitiano punkizó (así como los Ramones hicieron algo parecido con What a wonderfoul world; o Sumo con Noche de paz) y cuyo video dirigió otro tipo con una fama ganada: Michel Gondry, que aparte de videoclips hizo movies como "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos", acá con una idea tan simple (¡rastis!, aunque no pareciera del todo hecha con eso) y tan grosa.


Early to bed, de Morphine


Acá no se directores, solo se que esta banda se merecía un video así de extravaganchi. ¡Temazo! ¡Videazo!


Esto fue todo, amigos, y nos veremos en la próxima entrega de Música para ver, la única sección del blog que los ciegos podrían apreciar si encontraran el botón play (y hasta ahí nomás).

martes, 5 de enero de 2010

Doce miserables horas

Confieso que no te hubiera visto
si vos no me mirabas cuando buscaba mi asiento
Confieso que esos ojos casi me asustan, sí
eran el cielo en el colectivo, el cielo dentro de esa lata horrible
También confieso que me divertí con la idea de tener un anotador y una lapicera
-y lamenté no tener ambos-
para, como nenes de sexto grado, tirarnos papelitos
de un lado a otro
riéndonos de la evasión a las brujas
pero no.
O si no, tener tu número del celular
y gastar la promo FREE del día
en mensajitos con una persona a un metro de distancia.
Fantasié también -lo confieso-
con proponerte escaparnos de los extraños
bajarnos del colectivo sin que nadie se entere
(en la realidad no funciona pero esto
es
una fantasía)
e irnos al motel de ruta
(bien de road movie yanki)
y cagarnos de risa del mundo
mientras nos enredábamos sin fin entre
las sabanas chotas del motel barato.
Confieso que imaginé todo eso
sí, perla chaqueña.