jueves, 26 de febrero de 2009

Papelón no es caída.

Efectivamente fue, como nos suelen decir, "como un mosquito". No pasó nada, esta vez voy a estar a salvo. Ya la roja sangre subió, sea donde sea que tenía que subir. Mi confianza aumentó.

Al salir, fue la reacción: no estaba bien. Pero mi moral no caía. Por dentro luchaba, me alentaba. Cuidado..

Parpadeé.

Un desconocido abanicaba una edición del Clarín. Mis piernas estaban en alto. Una señora gritaba indignada. Mis piernas en alto? Si, estaba caído.

3 minutos; donde no hubo dolor, ni tiempo. Si no se discuten los medios, se puede, al fin y al cabo.