miércoles, 15 de abril de 2009

Onírica botánica astral

En alguna esquina del Universo hay un árbol infinito. Es un árbol particular, porque sus frutos son Soles.
Esos Soles son semillas, germinan, maduran, están a punto y se pudren en un día, todo durante su eterna caída.
Y nosotros, seres miserables en el Universo, somos sus testigos. Veedores del nacimiento y putrefacción de una fruta diferente cada día.

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